miércoles, 2 de mayo de 2007

La más linda del barrio

Era lo que más quería en el mundo. Desde el primer instante. Supongo que fue amor a primera vista, porque no pude contener las ganas de correr tras de ella apenas la conocí. Recuerdo cuando llegó al barrio. Fue el comentario de toda la barra. Todos andaban detrás de ella. Si hasta los vecinos más grandes, con cierto pudor pero con un irreprimible brillo en los ojos, se le animaban. Todos la miraban con deseo y ella lo sabía. Se paseaba altanera, reluciente, brillante como una luna de plata. Salía a la calle y ya nada era lo mismo. El imperturbable silencio de la siesta se interrumpía con los gritos y pasiones que despertaban. Las vecinas, algo celosas, nos recriminaban por el lío, pero a nosotros no nos importaba. ¿Qué nos iban a importar esas momias con ruleros, cuando ella surcaba el cielo como un ángel de indómito fuego?
Era lo que más quería en el mundo. Mi madre lo sabía, y eso le molestaba bastante. Decía que me distraía, que no hacía la tarea y que me atrasaba en la escuela. Pero yo no podía dejar de pensar en ella. Y ella sin embargo, nunca se detenía en mí. Pasaba de largo, indiferente. Con el resto, en cambio, no tenía problema. Iba con todos , de aquí para allá, coqueteaba con uno y con otro. Nunca estaba sola. Siempre llegaba de la mano de otro pero nunca conmigo. Y eso que yo la quería como nadie en el mundo. Pero , no sé, no podía entenderlo. Había tipos que le pegaban, y ella después volvía como si no le importara. Claro, la acariciaban un poquito y se olvidaba de todo. Algunos decían que era bastante rápida. No sé. Es cierto que todos se la pasaban, pero a mi no me tocaba nunca. A mi ni me miraba. Cuando la iba a buscar, me rebotaba delante de todos. Ustedes no saben que humillante era para mí. Yo la encaraba con todo el amor del mundo y ella me esquivaba.
Un tarde, cuando la noche ya empezaba a desplegar su misterioso velo, la encontré sola. Raro, pensé. Y no dudé un segundo. La agarré antes de que escapara, y me la llevé. Ella no decía nada. Yo no la dejaba moverse. Me la llevé y la escondí en el sótano. La amarré y la dejé allí. En el barrio se preocuparon por su sorpresiva partida. Pero yo no decía nada y con el tiempo, como sucede con todo , la olvidaron.
Yo no me olvidé. Hice mi vida. Crecí, viví, me casé y hasta quise un poco. Pero nunca como a ella. Era mi oscuro secreto, mi muerto en el ropero. Ni siquiera mi mujer sabía que estaba allí, en el sótano de la casa de mis viejos, porque nunca iba a visitarlos. Yo sí. Aún cuando murieron, seguí yendo. Me hacía el que limpiaba, el que ordenaba, pero lo único que me importaba era espiarla. Más de treinta años hacía que la tenía secuestrada. Pobrecita. Estaba venida a menos, más delgada, llena de marcas y grietas recubriéndola. Gris. Vieja. Yo sé que estaba mal, pero ella me había hecho sufrir mucho.
Hace un par de días me arrepentí. Yo no puedo estar tan mal de la cabeza como para cometer esa locura. Si me había hecho daño, treinta años de encierro habían sido suficiente castigo. Bajé a ese sótano y la solté. Le dije que de joven no había sido lo suficientemente hábil como para seducirla y mucho menos dominarla. Le pedí una vez más que venga a mí. Pero no cayó rendida a mis pies. Al contrario: me rechazó. Me rebotó. Yo seguía siendo el mismo torpe y ella la misma turra.
Así que tuve que hacerlo. La agarré con todas mis fuerzas y la furia de una vida entera, y la apreté. Le pegué, la estrujé, le hundí un cuchillo que había en un estante mientras ella chillaba. Pareció una eternidad; habrán sido unos minutos. Yo estaba enceguecido. Ni la escuchaba. Cuando terminó mi rapto de ira, quedé atónito ante mi cometido. Ella estaba en el suelo, literalmente destrozada. El cuero deshecho, su corazón desinflado y roto. Y ahí nomás me puse a llorar. ¿Cómo no iba a llorar? Si esa pelota era lo que más quería en el mundo.

1 comentario:

Valeria Mariquela dijo...

Hola. Te estuve leyendo. Tus cuentos tienen ese dulce sabor de la nostalgia, lo agrio tan escondido debajo de la lengua. Si tenés ganas pasate por mi blog. La dirección es HTTP://margotmaea.zoomblog.com

UN SALUDO DESDE RINGUELET